¿ORGANIZAR EL TIEMPO LIBRE ES LO MISMO QUE EDUCAR PARA EL OCIO?

Estructurar el Tiempo Libre así como pautar una serie de rutinas es clave para los más pequeños, ya que sabemos que los entornos predecibles les aportan seguridad. Por otro lado, conciliar la vida laboral y familiar conduce, sobre todo en periodos vacacionales largos, a estructurar estos tiempos contando con espacios conducidos por otros agentes educativos.

Pero, ¿organizar el Tiempo Libre es lo mismo que educar para el Ocio?


Puzzle2El Ocio no es sinónimo de Tiempo Libre.
 
Tal y como apuntan los expertos, (1) el tiempo libre es una condición necesaria pero no suficiente, ya que éste se conforma también a través de otras condiciones: se crea una situación de ocio cuando, durante el tiempo libre, sabemos libremente decidir y gestionar actividades orientadas al descanso, a la diversión y al desarrollo personal y relacional (2). Así, un factor clave del ocio es *la capacidad de elegir* en qué tipo de actividades y cómo invertiremos ese tiempo libre, a partir del que forjamos también la identidad personal y el propio proyecto vital.

Cuando los/os niños/as llegan a la Adolescencia, se hace muy presente la importancia de que cultiven aficiones y formen parte de entornos sociales saludables y diversificados, ya que por todos es sabido que ésto supone un importante factor de protección ante conductas de riesgo. Pero al igual que en la Infancia nos esforzamos por educar para la creación de hábitos, para la responsabilidad, para la salud, etc. es igualmente importante introducir la dimensión de educación para el ocio, de forma que se conforme una línea familiar clara que favorezca el desarrollo de habilidades personales en este sentido.

A continuación les presento, en clave de orientación, las principales pautas para hacer valer esta oportunidad educativa:

La familia es un modelo de ocio. Como padres, es clave tener presente cómo se vive el Tiempo Libre: como un paréntesis entre los periodos laborales, como el momento de la semana o la época del año para no hacer nada, o como el único momento en el que es posible disfrutar. Conviene tomar conciencia de si la postura se acerca a alguna de estas tres posiciones extremas y reorientarla a hacia un uso de este tiempo al servicio de la persona, en el que como se ha dicho, haya espacio para el descanso, la diversión, el tiempo en familia y el desarrollo personal y social, dando cabida al desarrollo de potencialidades personales y a la construcción de relaciones.

puzzle3Conviene crear rutinas diferenciadas, especialmente en los periodos vacacionales largos, y enseñarles a establecer tiempos y espacios marcados para el cumplimiento de sus obligaciones: repasos escolares, colaboración en casa ajustada a cada edad y capacidades, acompañamiento a los padres en sus rutinas, etc. y a distinguirlos de los tiempos y espacios destinados para el ocio. Para afianzar esta diferenciación entre obligaciones y ocio, resulta útil que los padres verbalicen cuáles son sus planes e ideas «una vez terminen con sus obligaciones» diarias, semanales, etc., expresadas también con claridad.

Pero subrayo aquí algo que considero clave: tan importante es que puedan diferenciar tiempo para cumplir obligaciones y tiempo libre, como no polarizar; esto es, el disfrute y el desarrollo no son exclusivos del tiempo libre. Pueden aprender a disfrutar de las «pequeñas cosas»: elaborando la lista de la compra por parte de los «pequeños escritores» y cocinando con los padres, en los desplazamientos, en la preparación de un determinado orden para su propia habitación, etc. Este aspecto responde a un principio fundamental en la educación para el ocio: aprender a disfrutar de lo cotidiano (3).

Es imchildren-664069_960_720portante favorecer y guiarles hacia el equilibrio entre las distintos tipos de actividades de ocio: aprendizaje no formal, práctica deportiva, lectura, descanso, etc. teniendo presente eso sí, que una actividad central en la infancia es el juego. El juego puede ser compartido con los adultos, pero hay que procurar tiempos y espacios en los que compartan juegos exclusivamente con sus iguales, favoreciendo el desarrollo de su creatividad e imaginación. A partir del mismo, pueden descubrir la dimensión participativa del ocioque progresivamente conviene orientar a su implicación en grupos organizados a tal efecto: asociaciones, grupos de teatro, parroquias, etc. 

Mención aparte puede recibir el uso de la televisión y los videojuegos y que bien podría centrar el tema de otro «En clave de Orientación». En el que nos ocupa, sí quiero resaltar que una clave es que su uso forme parte del equilibrio citado; otras claves para guiarnos son la información previa sobre lo que ven y/o sobre el tipo de videojuegos, la supervisión, el fomento de la actitud crítica ante los mismos y un tiempo limitado y pautado en su uso.

handmadePor último, hemos visto que uno de los aspectos a los que se orienta el ocio es a la diversión; conviene diferenciar entre ofrecer únicamente actividades planificadas y dirigidas -que se ha dado en llamar «educación de los tour operadores» (4)-destinada a consumir actividad para evitar el aburrimiento y entre una segunda opción, que es la que se propone: A la vez que se aportan actividades dirigidas, conviene reservar un margen en el que los niños puedan elegir actividades con las que divertirse y fomentar su autonomía para decidir con qué y cómo divertirse mejor. Conviene aportar propuestas bien diversificadas a los más pequeños con actividades ajustadas a su edad para que, progresivamente, sean ellos mismos quienes también aprendan a generar y proponer nuevas opciones. El principio que subyace a esta propuesta es que el Ocio no es algo a consumir, sino a crear (5).

 

CONCLUSIONES:  

En la Infancia, por exigencias de la propia etapa evolutiva, así como por otras relacionadas con la conciliación de la vida laboral y familiar, se hace necesaria la organización de su tiempo, tanto el que se refiere a sus obligaciones como a su tiempo libre. La adecuada organización del Tiempo Libre es necesaria pero no suficiente para introducir una dimensión fundamental también en esta etapa: la Educación para el Ocio. A partir de un modelo familiar que oriente el ocio al servicio de la persona, las principales claves educativas para educar en este área pueden ser enseñadas y por tanto aprendidas y desarrolladas por parte de padres y madres.

Mª Soledad Vadillo Gutiérrez. Psicóloga nº col. CV – 10173 www.gabineteavanza.com

En Avanza podemos asesorarle de forma personalizada. Avanza desarrolla talleres sobre Educación Familiar para el Ocio.

avanza@gabineteavanza.com / Tlfno.: 659 40 44 21 

C/ Dr. Calatayud Bayà 4 – 3ª 46015 Valencia

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

(1) (2) (3) (4) (5) Puig Rovira, J.M., Trilla, J. (1996). La pedagogía del ocio. Laertes: Barcelona.

– Rodrigo M.J., Palacios, J (coords.) (1998). Familia y desarrollo humano. Alianza editorial:Madrid.

– Coll, C., Marchesi, A., Palacios, J. (comp. ) (1990). Desarrollo psicologico y educación. Psicología evolutiva. Alianza editorial (Madrid)

-Varios autores. Educando juntos. (2005) Dirección General de Familia-Comunidad de Madrid.

IMÁGENES:

– Todas las fotografías han sido extraídas de la página web Pixabay.

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