ELEGIR NO COMUNICAR ¿REALMENTE UNA OPCIÓN?

«He decidido no hablar más en las reuniones familiares, será lo mejor para evitarme problemas.»

«He pensado ir al trabajo sólo a trabajar, voy a eludir toda comunicación con mis compañeros y así no tener disgustos.»                                                                                                                               

¿Le resulta familiar?                                                                                                                                 A menudo se eligen opciones similares tras periodos en los que en alguno de nuestros entornos (laboral, familiar, social) se perciben situaciones de conflicto mantenido, de malentendidos, se valora como tarea difícil el poder expresar opiniones o el simple hecho de mantener una conversación fluida. Y como en el caso de los ejemplos, lo que se elige es «no comunicar».

Se parte de la premisa de que hacer lo contrario a lo que pensamos que nos está creando dificultades y sufrimiento, mejorará la situación.

network-358063_640Pero, ¿es posible no comunicar? La Escuela de Palo Alto en su Teoría sobre la Comunicación Humana (1) sostiene como primer principio la imposibilidad de no comunicar.

Es por todos conocido que nuestros mensajes están compuestos no sólo por las palabras, sino también por  el tono empleado, el ritmo, etc. También el silencio, la postura, la mirada, los diferentes gestos y la propia imagen forman parte del mensaje y este componente no verbal representa más del 70% del mismo.

Vemos que con el  «simple» hecho de estar en una situación de interacción estamos dando un mensaje, aunque ni tan siquiera tengamos intención de comunicarnos.

Así, elegir «no comunicar» no sólo no es una buena solución para obtener los cambios deseados en las relaciones personales, sino que no es posible. 

Otra creencia errónea orbit-150366_150es  pensar que la comunicación es lineal, es decir, que lo que yo digo acaba cuando «el otro» lo recibe. Pero el proceso de construir relaciones personales se da con nosotros y nuestro mensaje, en un contexto, con unas reglas, con «el otro» y su mensaje y con el elemento fundamental: el efecto que provoca mi mensaje en «el otro», que a su vez influirá sobre mí y así sucesivamente. La comunicación es pues, un proceso circular. Cuando se habla de emisor y receptor, ¿cómo saber quién ha dado comienzo?

Habrá visto que hablamos de -proceso- y es porque, para entender un acto de comunicación (una cena familiar o un momento en la jornada laboral, haciendo referencia a los ejemplos) es fundamental conocer cómo se ha ido definiendo la relación a lo largo de los encuentros anteriores.                                                                                                                                  

copyright-389901_150La forma en la que definimos las relaciones no viene dada únicamente por los roles fijos: yerno-suegro/jefa-empleada… sino también por el significado que les damos y las interpretaciones que hacemos: «creo que un suegro debe comportarse de tal modo, el hecho de que no lo haga o de que lo haga, yo lo interpreto como…» «Pienso que como jefa me corresponde pedir x de esta manera y pienso que pueden o no  hacer valoraciones…» Esto implica que «escuchamos significados»; es como si cada persona elaborase un diccionario particular a partir de las expectativas y experiencias previas, y desde el que interpreta o traduce los mensajes, lo que provoca un efecto en ella, que a su vez retroalimentará la respuesta dada por los demás que, naturalmente, también parten de sus propias expectativas, experiencias y significados.                                                                                           

CONCLUSIONES:

Elegir no comunicar para producir cambios en las relaciones personales no es una opción, ya que no es posible no comunicar. Resulta clave tener presente la circularidad de la comunicación y que los actos comunicativos aislados son una foto incompleta del proceso relacional del que forman parte y en el que intervienen diversos factores personales e interpersonales.

Sol Vadillo Gutiérrez. Psicóloga nº col. CV-10173 www.gabineteavanza.com

A menudo se perciben dificultades en las relaciones personales que llevan aparejadas malestar y/o sufrimiento. Tomar conciencia sobre ello y tener en cuenta las claves que brevemente se han presentado, representa un punto inicial. Construir soluciones eficaces para avanzar en las relaciones, implica considerar diversas variables en cada caso.

En Avanza le asesoramos de forma personalizada. 

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

(1) – WatzlawickP.,  Bavelas, J.B., Jackson, D.D.(1981) Teoría de la comunicación humana. Barcelona: Herder

– Watzlawick, P., Weakland, J.H., Fisch, R. (1976) Cambio. Barcelona: Herder

– Watzlawick, P. (1994) ¿Es real la realidad?. (6ª ed) Barcelona: Herder

– Nardone, G. (2014). Psicotrampas. Barcelona: Paidós.

LECTURAS RECOMENDADAS:

– Watzlawick, P. (1984) El arte de amargarse la vida. Barcelona: Herder. (La historia del martillo. 43-54 en 10ª ed., 2001)

– Davis, F. (1976,2014). La comunicación no verbal. Madrid: Alianza editorial.

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