FORMACIÓN: De la Inteligencia Emocional a la Educación Emocional
12 de Diciembre de 2016. Para Proyecto Socioeducativo Babhel – Cáritas Valencia
Rafael Bisquerra (GROP) afirma que la Educación Emocional tiene diversas aplicaciones como forma de “prevención primaria inespecífica”, es decir, una persona con competencias emocionales dispone de mayores herramientas para afrontar las distintas adversidades y retos vitales.
Por otro lado, está estudiado (Moreno, 2007) que disponer de competencias emocionales intrapersonales e interpersonales, representa un factor de protección (vs. factor de riesgo) en el desarrollo social y personal del niño y adolescente .
Así pues, fomentar el desarrollo de las distintas competencias emocionales siempre es positivo y contribuye al bienestar personal, más aún en la intervención con niños y adolescentes en los que se dan distintos factores de riesgo, donde adquiere aún mayor relevancia su valor preventivo.
Si desea conocer el programa formativo, puede consultar a través de aquí.
Es muy importante no confundir la Educación Emocional con la aplicación puntual de actividades. La Educación Emocional es un proceso de enseñanza-aprendizaje; en el momento en el que se decide invertir en ella, conviene seleccionar un programa de Educación Emocional bien fundamentado, ajustado a los objetivos propuestos y aplicable según el contexto. Es clave tener en cuenta la etapa evolutiva de los educandos, atendiendo a las distintas fases del desarrollo emocional.
Además de la formación previa del Educador, otra clave es el autoconocimiento y la reflexión sobre el manejo de las propias emociones y la reacción ante las emociones de otros adultos y de los educandos; ofrecer un modelo positivo de interacción en este sentido, es una oportunidad educativa.
Babhel es un proyecto de intervención socioeducativa dirigido a niños y adolescentes (6-14 años) en riesgo de exclusión social en el barrio La Torre (Valencia). Forma parte de la red de Proyectos de Familia e Infancia de Cáritas Diocesana de Valencia.